Diccionario de babel

abril 15, 2009

  • Burda. (Quizá der. regres. de burdinalla, cabo del mastelero de la verga del botalón de foque). f. Mar. Brandal de los masteleros de juanete. 
Bueno, lo anterior es idioma español, aunque no parezca. ¿Entendieron algo? Si existe alguien que me pueda decir qué es mastelero, qué verga, qué botalón, qué foque (sin haber trabajado en la marina en la flota mercante, que haga un diccionario, o una novela, o un tesoro lexicográfico, que muchos necesitamos). 

Gabriel Zaid acaba de publicar en su columna mensual de Letras Libres un tratado sobre la imposibilidad de definir una palabra. Lo ha hecho con la palabra Gorrión. ¿Y saben qué? Bienvenidos a la torre de babel, mis queridos lobos de mar. Después de leer su ensayo uno queda con la sensación de que no sólo es imposible comunicarse, sino de que hablamos como ladran los perros. No sabemos lo que decimos cuando lo decimos. No sabemos lo que significan las palabras: lo suponemos, nos aproximamos, nos especializamos. Todo el mundo habla, pero nadie entiende. Todo el mundo vive lo que habla como la lengua de verdad. Y nadie sabe qué es un puto gorrión. 
(Y nadie sabe qué es un puto, gorrión).
Y nadie sabe qué es: un puto gorrión).

Yo ya me lo temía. Creía que el problema era mío. Que me habían contrahecho como a un personaje de Faulkner: "una historia contada por un idiota, una historia llena de ruido y de furia que no significa nada". Pero no. Vosotros sois los contrahechos, gorriones. Ahora vamos a tratar de saber qué es Burda definiendo la definición, y así hasta ad infinitum. Esto dice un diccionario de lobos de mar a punto de extinguirse para la entrada Mastelero: 

Mastelero. (De masteleo). m. Mar. Palo o mástil menor que se pone en los navíos y demás embarcaciones de vela redonda sobre cada uno de los mayores, asegurado en la cabeza de este.

 

Y qué tal esta verga:

 

Verga1. (Del latin virga). f. pene. 2. Arco de acero de la ballesta. 3. vara (ǁ palo largo y delgado). 4. Tira de plomo con ranuras en los cantos, que sirve para asegurar los vidrios de las ventanas. 5. Mar. Percha labrada convenientemente, a la cual se asegura el grátil de una vela. 6. Ven. vergajo. 7. ant. vara (ǁ rama delgada). verga. interj. vulg. El Salv. y Ven. U. para expresar sorpresa, protesta, disgusto o rechazo. ~ seca. f. Mar. La mayor del palo mesana, que no lleva vela. ~ toledana. f. Medida antigua equivalente a dos codos. ~s en alto. loc. adv. Mar. Denota que la embarcación está pronta y expedita para navegar.

 

Y así de Botalón:

 

Botalón. (De botar, echar fuera). m. Palo largo que se saca hacia la parte exterior de la embarcación cuando conviene, para varios usos. 2. Bauprés de una embarcación pequeña. 3. Mastelero del bauprés en un velero grande. 4. Col. y Ven. bramadero (ǁ poste). □

 

Y la que más me gusta:

 

Foque. (Del neerl. fok). m. Mar. Toda vela triangular que se orienta y amura sobre el bauprés y, por antonom., la mayor y principal de ellas, que es la que se enverga en un nervio que baja desde la encapilladura del velacho a la cabeza del botalón de aquel nombre. 2. coloq. cuello de foque.la encapilladura del velacho del botalón de aquel nombre...

Como para insultar a alguien. Pero dudo que alguien que no sea del gremio marinero y del siglo XVII entendiera, y la gracia de un insulto es que se entienda.
Si a eso se le puede llamar gracia, gorriones.
(Si a eso se le puede llamar gorriones, gracia.)
Y si se le puede llamar a eso entendedera.
El idioma es caprichoso. Significa lo que se le da la gana. Todo se puede decir a costa de que nadie entienda, porque en últimas el lengua es lo que la gente cree entender del lenguaje, o presupone que es. 
Todo se puede escribir a costa de que nadie quiera afirmarse en lo que se dice. Más bien hay que ponerse de acuerdo con mediaciones. Los diccionarios, por ejemplo. Pero hay que renovarlos casi con cada generación, porque cada generación hace un uso particular del lenguaje.
Aquí los dejo con Zaid y la imposibilidad de definir una palabra tan gastada como Gorrión y su apología de un diccionario total.

  • Sobre la primera definición lexicográfica de gorrión redactada sabrosamente por Sebastián de Covarrubias en su Tesoro de la lengua castellana o española:
"Avecica muy conocida, por criarse en los agujeros de las casas, dentro de los lugares, especialmente donde pueden hallar algún grano de trigo o migajas de pan que comer; y así acuden a los corrales donde hay aves, a los mesones y paraderos donde comen las bestias. Díjose [llamóse] gorrión del canto o chillido que tiene: girri o gurrí, y así muchos le llaman gurrión, quia garrit [porque gorjea]...
Según Corominas (Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico), la palabra gorrión se documenta por primera vez en el Libro de Alexandre (hacia 1250), es de origen incierto (no deriva de garrio) y empezó a usarse para no decir pardal (derivada de pardo, color de los gorriones), porque esta palabra se volvió obscena. (Afortunadamente, la palabra pájaro, que es tan musical, no ha sido objeto de la misma censura...... Es absurdo que las palabras con segundo sentido pierdan el primero; y que, por ejemplo, se use feamente agarrar, que es prender con las garras, para no decir coger.)
Según el Dictionnaire étymologique de la langue latine de Ernout y Meillet, passer (de origen incierto) designó al gorrión, antes de ser el nombre genérico de los pájaros [y así llegó al español: passer se transformó en pájaro, que nunca se usó exclusivamente para el gorrión]; y el verbo garrio (de donde viene gárrulo) significó ‘charlar’, antes de aplicarse a ‘gorjear’ ......
Roger Tory Peterson y Edward L. Chalif hicieron una enciclopedia admirable de las Aves de México como una guía de campo patrocinada por el World Wildlife Fund (Editorial Diana, 1989). Incluye un millar de especies observables en México, Belice, Guatemala y El Salvador. Las descripciones son escuetas, pero eficaces. Viene el nombre en español, en latín (nombre científico) y en inglés, con índices en español y latín. Las ilustraciones resultan más claras que una foto....... Todavía más notable (aunque no portátil) es el Museo de las Aves de México, creado por Aldegundo Garza de León en Saltillo, Coahuila..... Hay un disco (Cantos de las aves de México) con grabaciones de campo de Fernando González-García del Instituto de Ecología: Xalapa, Veracruz, teléfono 01 (228) 8 42 18 00, libros@inecol.edu.mx....... Entre los videos de YouTube, pueden verse y escucharse gorriones volando, gorjeando, caminando y comiendo, bajo las palabras gorrión, sparrow, moineau, spatz......
Lo cual lleva a soñar en una enciclopedia virtual de todos los pájaros del planeta. Hay una impresa, que lleva publicados 13 volúmenes (Handbook of the birds of the world, www.hbw.com). La misma editorial tiene en línea The Internet Bird Collection, una base de datos que permite a los aficionados subir videos. Hay una base más formal del Committee on Classification and Nomenclature de The American Ornithologists’ Union, limitada a los países norteamericanos y centroamericanos (www.aou.org). Y está toda la información sobre pájaros de la Audubon Society (www.audubon.org). Existen sociedades semejantes en otros continentes, incluso una revista especializada en gorriones de la Academia Polaca de Ciencias (International Studies on Sparrows). Apoyándose en todo esto, ya es posible ir construyendo una base lingüística y literaria sobre pájaros. Su núcleo fundamental sería la asociación de cada nombre científico con uno o más videos ilustrativos de esa especie, registrando el origen del video (quién, dónde, cuándo) y los datos científicos disponibles (descripción, hábitat, distribución geográfica). Añadiría todos los nombres en todos los idiomas que reciba esa especie, con los datos de rigor: quién es el informante, dónde y cuándo escuchó ese nombre que aporta; más lo que quiera añadir. Sumaría el contexto cultural: películas, grabaciones musicales, fotografías, dibujos, pinturas, esculturas, poemas y otros textos relativos (por ejemplo, Las aves en la poesía castellana de Salvador Novo). Finalmente, ofrecería vínculos a las descripciones registradas en diccionarios, enciclopedias, manuales y libros técnicos; a las bases de datos de especies en peligro o de comercio vedado y otras bases legislativas; a las dependencias oficiales, asociaciones y clubes de interés para el caso; a blogues y páginas personales de aficionados e investigadores. Toda la información se ligaría a mapas que muestren la distribución geográfica. Lo más difícil de todo sería crear un buscador que, a partir de fotos, videos, dibujos o descripciones, localice la especie de que se trata. Más sencillo sería un buscador que lleve de cualquiera de los nombres de un pájaro a su presentación virtual.
Y la conclusiones bíblicas que adoro de este mexicano:
No sólo se extinguen las especies, también el vocabulario. Según el Génesis, la supremacía de la especie humana se mostró en su capacidad de nombrar a las otras. Según Lévi-Strauss (El pensamiento salvaje), hay tribus capaces de nombrar y distinguir miles de especies de memoria. Crear memorias virtuales de las lenguas y especies puede recuperar algo de eso. ~

http://bibliodyssey.blogspot.com/

¿Crear memorias virtuales para ponernos de acuerdo?
El sentido general del ensayo me parece que apunta a lo contrario: aunque toda la técnica de almacenar esté a nuestro alcance, al final sólo llegaríamos a los Goodfus y a las definiciones borgianas:

You Might Also Like

0 Deja un comentario

CONTACTAR

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

FANS

Autor

Maneki-Neco

Maneki-Neco