Las Tragedias Minúsculas, Gagnol y Jean-Loup Felicioli

agosto 14, 2011


Repasar Las Tragedias Minúsculas de Alain Gagnol y Jean-Loup Felicioli es un deleite para agostos melancólicos. Algunos los toman como alegorías (cada corto aborda una pasión oscura, morbosa, paranoica, sádica del ser humano). Pero lo mismo decían de los dioses griegos. ¿Qué relato no es un compendio del ego, un guarismo de nuestra locura cotidiana? Y sin embargo lo que me cautiva, aparte de sus dibujos expresionistas y sus ojos disformes y sus narices de Picasso y sus gatos a rayas y sus palomas voyeristas, es la voz interior del narrador que se confiesa, que me recuerda la falta de pudor de un gran escritor de diarios, o algo más osado:  un orador que recita en un transporte público su vida íntima, o a un amigo que te cuenta por teléfono, al otro lado del océano, a la madrugada de un agosto faulkneriano, su último percance amoroso, o el desmoronamiento de su matrimonio, o la soledad en la que escribe, o el más trivial de sus disparates. ¿Qué ocurriría si supiéramos en una calle o en una mesa o en una cama lo que los demás están pensando? La vida sería imposible.
El de arriba tiene el sobrecogimiento, la franqueza temible y el ardor de La caída, de Camus.
El que sigue, el enigma de Un gato bajo la lluvia, de Hemingway.

http://www.youtube.com/watch?v=wh9UB_TteUQ&feature=related

Recomiendo seguir la serie de nueve cortos en el canal de Mineralist:
http://www.youtube.com/user/mineralist

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Maneki-Neco

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