¿Qué hago yo aquí? Bruce Chatwin
julio 22, 2011
1. Los relatos de Chatwin son derivaciones de viajes reales: viajes introspectivos dentro de un desplazamiento físico.
2. Viajes de confirmación. Chatwin va a constatar lo que ha leído. Si va a Rusia, lee a Reed, repasa la historia zarista, se atiborra de guías, catálogos, mapas; va a recobrar los lugares del pasado, y a recoger los estragos del tiempo, que es irrecuperable.
3. Cuando va a un mundo virgen, va a sorprenderse, sin prejuicio, y registra en su diario anécdotas y mitos inéditos, basados en sus conversaciones con los baquianos. Por regla, usa siempre una narración expositiva alrededor un diálogo. Es un reportero atento. Sabe que se dirige a un lector que desconoce las antípodas, y le armoniza la narración y dibuja el paisaje y dosifica la información recolectada. Las historias tienen al final un aspecto de continuidad incesante, como si la voz del viajero pudiera retomar en cualquier sitio del mundo.
4. Las crónicas de Chatwin se parecen a sus relatos. Alternan el paisaje impresionista con el diálogo. Aunque aquí el soporte siempre es un diálogo anecdótico, informativo o humorístico que tuvo lugar con la mujer de Mandelstam, Indira Gandhi, un capitán de Barco, una arqueóloga especialista en las líneas de Nazca, el mayor coleccionista de arte Ruso, Werner Herzog, Klauss Kinsky, o un chileno perdido en un tren londinense (con quien descubrirá una amistad en común allende los mares). Ese diálogo anecdótico con personalidades descollantes o anónimas, extraído de su contexto, metamorfoseado de sus notas de diario, se decora con datos del paisaje, que son fraseos simples a la lectura pero que en sus predicados esconden pulidas metáforas, símiles exactos, síntesis de ambientes reducidos a una imagen y precisos matices de color. Chatwin era un paisajista avezado. Un observador del detalle. Un impresionista que describía a través de pinceladas rápidas y periféricas el paisaje general.
5. Si hay un patrón estilístico que pueda advertir de esta organización de su material es quizá esta: El contexto histórico o etnográfico de los parajes que elige para visitar se sintetizan en párrafos previos al diálogo. Adelanta una nueva digresión en el intermedio y una más justo en las últimas líneas del diálogo final. El viaje sobre el Volga inicia con una enumeración de momentos y personajes y hechos que han tenido lugar en su ribera. A medida que viaja, dialoga con los tripulantes, registra las personalidades, fragmentos de conversación. Luego el contexto histórico se amplía con cada ciudad en la que se detiene el barco. La crónica sobre el argelino Salah Bougrine empieza por narrar un asesinato a mansalva perpetrado por un argelino a un chofer de tranvía francés y el dialogo de la gente que lo reprueba, sólo para revertir luego la atrocidad y convertirla en una derivación obligada, sólo para mostrar todos los contrastes morales, toda la ironía y atrocidad y absurdo de la guerra colonial argelina de Francia y la explicación natural de una violencia que parece inaudita.
6. Este libro, compilado por Chatwin de sus colaboraciones en diversos medios durante la convalecencia de sida, está organizado por temas afines: perfiles de gente conocida, relatos de viaje reales, o imaginarios, o parcialmente realizados, reseñas de autores favoritos. Los perfiles son fragmentos de escenas mínimas que bastan para hacerse una imagen (el seno que se sale y guarda distraídamente la Mandelstam da una imagen de desidia y desamparo ante su visitante y ante la existencia). Las reseñas son en el mejor de los casos reconstrucciones a partir de los diarios de su reseñado; y en el peor de los casos paráfrasis de los libros leídos. Sin embargo, la exposición narrativa de los diarios de Jünguer es una reseña excepcional, por su seguimiento del material, día tras días, durante la ocupación nazi en la que el escritor alemán convertido en capitán de su ejército se acerca a la intelectualidad de Francia ocupada. El viaje sobre el Volga descubre a un viajero atento al detalle. No deja uno de imaginarlo tomando notas de cosa triviales que luego le permitirán reconstruir su fresco.
7. Teoría. La disposición de sus partes da como resultado la siguiente fórmula: /síntesis históricas+ diálogo+ paisaje+ nueva síntesis+ diálogo+ paisaje+ síntesis final/. Esto dará como resultado una lectura episódica cuyas partes mínimas y fragmentarias se completan, lo que lleva a leer con voracidad el relato completo.
Cada fragmento tiene un núcleo, y la suma de núcleos arroja la redondez e intensidad de la pieza.
Las crónicas de Chatwin no se diferencian hoy de sus relatos. Hasta las reseñas son crónicas librescas. Chatwin era un viajero cuando iba a pie o cuando leía. Lo acusan de no dejar que la verdad le arruinara una buena historia.
La literatura sabe más que la verdad.
¿Qué hago yo aquí?
Bruce Chatwin
El Aleph Editores
Traducción de Alberto Cardin
384 pg
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